Silvia Gurfein y Agustín Riganelli en una muestra que dialoga entre lo cotidiano y lo cósmico

Silvia Gurfein y Agustín Riganelli en una muestra que dialoga entre lo cotidiano y lo cósmico

El Museo Larreta albergará desde el 5 de diciembre la muestra “Intermitencias, destellos y continuidades”, una colaboración con el Museo Sívori que explora los vínculos entre rituales humanos y símbolos universales.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se prepara para recibir una innovadora exposición que une las perspectivas de dos destacados artistas: Silvia Gurfein y Agustín Riganelli. Desde el próximo jueves 5 de diciembre, el Museo de Arte Español Enrique Larreta, ubicado en la emblemática Avenida Juramento 2291, será escenario de la muestra “Intermitencias, destellos y continuidades. Un encuentro inesperado entre Silvia Gurfein y Agustín Riganelli”. Esta iniciativa, llevada a cabo en conjunto con el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, promete ser un viaje introspectivo y visual que conectará al público con las múltiples facetas del arte contemporáneo.

La exhibición, curada por Teresa Riccardi, directora del Museo Sívori, busca tender puentes entre los lenguajes artísticos de Gurfein y Riganelli, generando un diálogo entre lo doméstico y lo cósmico en las salas temporarias del Larreta, un espacio conocido por su arquitectura neoclásica. Según explicaron los organizadores, esta propuesta es parte de las iniciativas promovidas por Museos BA, la plataforma del Ministerio de Cultura porteño que fomenta la cooperación entre los museos públicos del territorio porteño.

En este sentido, la colaboración entre el Museo Larreta y el Sívori evidencia cómo las diferencias en sus colecciones permanentes pueden transformarse en una oportunidad para explorar temas compartidos, desafiando las fronteras tradicionales del arte. De tal modo, el trabajo conjunto permite no solo un enriquecimiento de las ofertas culturales, sino también la posibilidad de generar nuevas interpretaciones y conexiones para los visitantes.

Las obras seleccionadas para esta muestra proponen un recorrido entre lo íntimo y lo universal, explorando tanto la cotidianidad como las resonancias cósmicas. Silvia Gurfein, reconocida por su profundidad conceptual, ofrece piezas que invitan a reflexionar sobre el paso del tiempo, utilizando veladuras y superposiciones para imprimir una sensación de abandono y persistencia. Por su parte, Agustín Riganelli, descrito por Pagano como “el artista omnímodo”, destaca por un dominio técnico que se manifiesta en sus trazos a mano alzada y en su singular capacidad de jugar con el vacío, construyendo un lenguaje plástico único que dialoga con lo visible y lo imaginado.

En tanto, las obras de ambos artistas convergen en la exploración de motivos domésticos y naturales, estableciendo un puente entre la introspección y el universo, un equilibrio que busca revelar dimensiones simbólicas y rituales. Este enfoque, que evoca mundos lejanos y figuras míticas como Selene, permite al espectador adentrarse en una narrativa que trasciende los límites individuales para conectarse con lo colectivo y lo universal.

La exposición podrá visitarse de lunes a viernes de 11 a 19 horas, y los fines de semana y feriados de 11 a 20 h. Los martes el museo permanecerá cerrado. Las entradas generales tienen un costo de $1000 para residentes y $5000 para extranjeros no residentes. Cabe destacar que los miércoles el ingreso será gratuito, y habrá beneficios para jubilados, estudiantes universitarios con acreditación, menores de 12 años, personas con discapacidad junto a un acompañante, y grupos escolares de instituciones públicas.

“Intermitencias, destellos y continuidades” es una invitación a reflexionar sobre los lazos entre lo humano y lo universal, resaltando cómo el arte puede ser un puente entre lo cotidiano y lo trascendental. En la misma línea, la colaboración entre el Museo Larreta y el Museo Sívori refuerza la importancia de trabajar en red para ofrecer propuestas que amplíen las perspectivas culturales en la Ciudad. Así, la muestra no solo promete ser un hito en la agenda cultural porteña, sino también un espacio para repensar las conexiones entre arte, ritual y simbolismo.