Desde el DGSE de la Ciudad de Buenos Aires presentaron la confección del nuevo menú escolar. Frutas, verduras y menos pastas las modificaciones esperadas. El nuevo menú escolar está pensado para lograr una nutrición más precisa en los niños y acorde a la etapa de desarrollo en la que se encuentra.
A diferencia del anterior plan alimenticio que regia en los comedores públicos, este pone énfasis en las frutas, verduras y legumbres y le resta importancia a las pastas y derivados de harina.
Hace casi 1 año que la Dirección General de Servicios a las Escuela viene trabajando en el proyecto de la renovación del menú escolar.
El diseño del mismo estuvo a cargo de un equipo de nutricionistas, bromatólogas y un chef que diseñó y repensó cada uno de los platos. Además, durante el proceso se realizó una mesa de consulta con la presencia de Nutricionistas del Ministerio de Salud, del Programa Nutricional y de Desarrollo Saludable.
Se trata de un menú superador y conlleva ventajas importantísimas respecto del anterior, implementado en 2014.
Ni medallones de carena condimentada artificialmente ni pollo ni salchichas forman parte del menú actual.
Se apunta básicamente a la mejora nutricional favoreciendo alimentos que estimulen la capacidad intelectual y aporten energías a los escolares.
En todos los platos hay mayor presencia de verduras y frutas (todos los días); menor cantidad y mejor calidad de hidratos de carbono; inclusión de carne de cerdo, más legumbres y eliminación del pan en mesa.
A su vez, se incrementó la variedad de platos, lo que evita la monotonía y el cansancio ante la reiteración de preparaciones.
Las frutas el postre de todo los días, y se incluyo nuevos menús como tortillas de verduras y salsas naturales.
Cada menú tendrá su adaptación dependiendo de momento del año. Muchas sopas de verduras, frutas y lácteos para invierno y agua, ensaladas y carne blanca para los meses de calor.
Para los chicos de jardín se incluyó la fruta como postre todos los días, y se eliminaron los productos industrializados y la carne picada.
La Ciudad brinda 200 mil desayunos diarios y 120 mil almuerzos a través del sistema de becas.
Os postres dulces como alfajores o facturas como merienda quedaran atrás con la nueva disposición.
Las galletitas de avena o de agua y las fibras reemplazaran al viejo esquema de los dulces para las colaciones infantiles.
En el refrigerio se incluyó el pan integral para aportar más fibras y se eliminó el salchichón con jamón. En su lugar, se ofrecerá un sándwich de queso. También, en vez del alfajor se dará un cereal inflado y en lugar del medallón de pollo se ofrecerá fiambre de pollo con mejor perfil nutricional.