Las famosas barcadas que solían combinar maquinas de videojuegos de los años 80 con cerveza artesanal en los años 80 ahora vuelve con fuerza a imponerse como moda en los locales de cervecería artesanal. Los detalles.
Furor en los años 80 las barcadas que combinadas con videojuegos eran la máxima atracción de los japoneses se impone con fuerza este año en Argentina.
El objetivo es actualizar el pasado innovado así el estilo de los locales de cervecerías actuales.
La propuesta apuesta a un público retro que, además de salir a comer y tomar algo, quiere divertirse jugando a los fichines.
Muchos de los adicionados de la cervecería artesanal descubren por primera vez la innovación, sin embargo otros se hunden en el recuerdo de la década de los 80 cuado estas maquias era el furor de la generación.
“Recreamos el futuro que se imaginaban en 1980, en películas como Robocop, que eran punks jugando a los fichines por la noche”, cuenta Santiago Idelson, uno de los dueños de una Cervecería moderna que abrió sus puertas hace poco tiempo en Palermo.
Al parecer Idelson viajó el año pasado a Tokio, donde nació la moda de los barcades. A su vuelta, se juntó con otros cuatro socios y empezaron a buscar los arcades, que rescataron del galpón de un coleccionista. “Su período de gloria ya había pasado, pero los restauramos todos”.
Así comenzó a imponerse con fuerza esta moda de innovar que revivió una generación antigua.
La novedad de este juego es que es único y solo se puede jugar en eventos privados. “El primer torneo que hicimos fue en mi casa, un monoambiente de 16 metros cuadrados. Este año vamos a hacer otro en una quinta”, cuenta Sáez sobre el juego que tiene fanáticos que los siguen como groupies. “El año que viene vamos a llevar la Nave a Estados Unidos, y después a Japón”, adelanta Sáez.
En Buenos Aires, empieza a crecer la tendencia de los arcades. Feliza, en Palermo, un centro cultural LGBT, tiene una sala con diez máquinas. Otro de ellos es Arcade Club Social, creado por Emi Mihovilcevic y Anita Etcheto.
La moda de los arcades son solo una alternativa más para innovar desde el pasado las modernas cervecerías artesanales de la Ciudad de Bueno Aires.