cerve

La venta de cerveza, peor que en el 2001

Parece que ningún ámbito del consumo masivo está escapando de registrar cifras negativas récord, dentro del contexto de la recesión impulsada por el gobierno de Javier Milei. Después de que Página I12 revelara que la enorme empresa Coca Cola está liquidando su mercancía debido a la disminución en las ventas, ahora las compañías cerveceras también están enfrentando la crisis. Según información a la que tuvo acceso este periódico, el sector está experimentando una caída de hasta 20 puntos en las ventas mensuales y se sitúa en niveles de demanda comparables a los de 2001 y hasta 2006, época en que comenzó a vislumbrarse una recuperación económica real de manera concreta. En la misma situación de declive se encuentran el vino y las aguas, con caídas igualmente significativas. Estos números negativos se presentan en un contexto inusual, donde el consumo masivo en general ha vuelto a sufrir una fuerte disminución en febrero, acumulando dos meses consecutivos en números negativos después de cinco períodos de crecimiento sólido (ver apartado).

"En las últimas décadas, nunca hemos presenciado algo así", comentó a este periódico un empresario del sector cervecero, quien además señaló que al analizar la caída en las ventas retrospectivamente, se observan volúmenes de demanda mucho más bajos con poblaciones más reducidas. Es decir, que el nivel de ventas actual comparado con el de hace 10 o 20 años es otro indicio negativo.

Según los datos proporcionados por el sector y los supermercados, la demanda de empresas como Quilmes (Budweiser, Patagonia, Quilmes, Corona, entre otras) y la chilena CCU (Heineken, Imperial, Schneider) ha disminuido entre un 18 y un 20 por ciento mensual en enero y febrero. Se espera una caída aún más pronunciada en las ventas para marzo. Hace semanas, este periódico informó que estas dos empresas, junto con Coca Cola, habían comunicado al ministro de Economía, Luis Caputo, que "no habían tenido verano". Esta frase hace referencia al desplome en el consumo que se experimentó entre diciembre y marzo, la temporada de ventas alta para cervezas y gaseosas.

"Inflación y reducción de ingresos"

Cuando se les preguntó a fuentes del sector si la disminución en el consumo se debía a la inflación, respondieron: "Inflación y reducción de ingresos". Además, agregaron que, a diferencia de otras bebidas como el vino, la cerveza tiene una gama de precios muy estrecha, es decir, hay poca variación entre la más económica y la más cara.

Las cifras de la industria reflejan que en 2001 se registró el punto más bajo en el consumo y las ventas, con un nivel de popularidad de la cerveza mucho menor y una población más reducida. La curva comenzó a repuntar recién en 2006. Entre 2007 y 2011, las ventas alcanzaron niveles máximos y desde entonces se han estancado, con altibajos, hasta finales del año pasado. En noviembre de 2023, todo comenzó a desplomarse a niveles rara vez vistos.

Un llamado al ministro

En este contexto, las empresas solicitaron a Caputo medidas para contrarrestar la caída en las ventas y, al mismo tiempo, están buscando nuevas formas de promoción que permitan recuperar el volumen de ventas. "El problema aquí es que no depende solo de nosotros", explicaron desde la industria a este periódico, ya que la mejora en los ingresos de la población es el principal factor determinante en el movimiento de la demanda. Hasta el momento, no ha habido respuesta oficial a estos estímulos.

La realidad es que no es que Caputo carezca de herramientas estatales para estimular el consumo, sino que la política antiinflacionaria del Gobierno de Milei implica una contracción de la economía. La idea oficial es que el consumo disminuya de manera lo suficientemente drástica como para obligar a las empresas a detener los aumentos de precios que han estado aplicando. Si bien la caída del consumo ya está ocurriendo, el segundo efecto aún no se ha materializado, lo que sugiere un futuro poco prometedor para las empresas proveedoras de alimentos y bebidas.

Mientras tanto, la preocupación por la disminución de las ventas se está extendiendo a otros productos del sector de bebidas. La demanda de bebidas sin alcohol, según datos de la misma industria, ha estado disminuyendo a un ritmo promedio del 14 o 15 por ciento en el último trimestre. Si se desglosa, el agua ha caído casi un 20 por ciento, mientras que las gaseosas lo han hecho a un ritmo más lento, alrededor de un 9 por ciento.