BOLICHE

La tendencia DayBreaker que se impone Buenos Aires

Una especie de meditación, misticismo y baile invade la atmosfera del barrio de Palermo Hollywood a las 6 de la mañana. Una casa se prepara para recibir a varios jóvenes que adoptan una curiosa forma de resistencia a la toxicidad de una Gran Ciudad. Los detalles.

Novedoso, llamativo y sorprendente. La meditación y el baile se volvió un estilo de vida para los jóvenes que -cada vez son más -que se reúnen en una casa de Palermo con colchonetas encima para poner en práctica lo que sería un DayBreacker.

Las 6 de la mañana es el horario estipulado de reunión para los seguidores de la tendencia DayBracker cuya originalidad nació en New York.

Jóvenes con anteojos enormes estilo cotillón, vinchas y vestidos de colores celebran el inicio del día al igual que 22 ciudades de todo el mundo en el mismo horario.

La idea surgió gracias a un viajero entusiasmado que vivió la experiencia en la Ciudad de New York y decidió replicarlo en nuestro país. "Fui a una Daybreaker en Nueva York, donde me invitó un amigo, y me encontré a las 6 de la mañana haciendo yoga, bailando. Conocí a la emprendedora y decidimos traer la propuesta a Buenos Aires", cuenta Gastón Silberman, de 47 años, uno de los organizadores del evento, que se repetirá en junio, aunque aún no está la fecha exacta.

Una forma de divertirse atípica que combina diversión ejercicios, compromiso y yoga es la base en la que se sustenta esta práctica.

La sesión de yoga lleva alrededor de 40 minutos y una instructora es la responsable de guiar las elongaciones, los ejercicios abdominales y los estiramientos poco convencionales.

La mayoría de los participantes son jóvenes de entre 25 y 35 años que una vez finalizada la sesión de ejercicios hacen desaparecer del suelo las colchonetas y comienzan con la fiesta.Las luces blancas se apagan, y se encienden las luces de colores. El salón se convierte en un boliche. Irrumpe la música electrónica y todos se disfrazan, se ponen pelucas en la cabeza, brillos en la cara. El engaño es eficaz: por más que la Ciudad empiece a despertarse, a pesar de que el sol bañe las calles, este lugar de Palermo está a oscuras.

La inversión es el juego sobre el que al parecer construye sus inicios en la Ciudad la tendencia DayBracker. La transformación dura dos horas: en ese tiempo, aquí es de noche. Sin embargo, aunque la escenografía nocturna esté reproducida a la perfección, las reglas del juego son distintas.

No hay alcohol, ni cigarrillos, ni drogas. Hay, en cambio, una barra que sirve leche de castañas de cajú, alfajores de arroz y botellas de agua. En la pista, los más de cien asistentes bailan con un jugo de naranja en la mano, y en vez de fumar comen frutas disecadas.

Atípica pero atrayente es la nueva opción que se perfila entre os jóvenes que buscan una diversión sana aleada de los vicios y novedosa.