Viajar es unan de las pasiones más lindas y un privilegio de pocos. Franco es uno de los privilegiados. En esta nota te contamos los detalles de una noticia que recorre el mundo.
Franco Federic es un gran soñador. Abandono su trabajo en la Ciudad de Buenos Aires para poder pedalear unos 65.000 kilómetros en su apasionante deseo de conocer el mundo a pedal.
Es que la travesía de Franco recién comienza pero ya se hizo eco en el mundo la noticia.
Si bien es cierto que el conocimiento y la experiencia serán uno de los grandes aportes que traerá Franco de su recorrido el mensaje va más allá.
Para recorre el mundo hace falta dinero, sin embargo Franco encontró en el deporte su mejor aliado.
Con tan solo 25 años Federic sabe que el secreto de viajar es más sencillo de lo que parece. Sin demasiado ornamentos, dinero o preparativos es posible armarse un itinerario exitoso y divertido.
El objetivo de Franco es poder disfrutar de sus dos grandes pasiones uniéndolas: el viaje y el deporte.
Franco nos comparte su experiencia, su recorrido por los Andes, Salar de Uyuni, el Lago de Titicaca etc. El recorrido de estos países Franco los pudo hacer en 5 meses y a ¡pedal!
Hoy se encuentra recorriendo Lima, Perú y manifiesta que aún le falta muchísimo.
El ciclismo es una de las practicas más antiguas del deporte sin embargo la mayoría aun desconoce las virtudes que tienen para el organismo.
El personaje de ésta travesía es un joven muy especial, oriundo el sencillo barrio de Flores y fanático de Vélez.
Durante 4 años trabajo en el Ministerio de Economía de la Nación como administrativo de cámaras de seguridad, monitoreando el ingreso y egreso del lugar.
Se recibió de visitador médico aunque nunca ejerció la profesión. Franco siempre supo que amaba el deporte más allá de las ventajas que le conferían.
Desde que la idea se le convirtió en deseo Franco se prepara para recorre el mundo. Hizo cursos de gastronomía, idiomas, fotografía mecánica de bicicletas y consiguió de apoco los elementos necesarios para afrontar el viaje."Salí sin límite de tiempo. Sólo voy a cambiar de medio de transporte y tomarme un avión cuando me toque cambiar de continente", cuenta.