Este sábado 14 de Agosto se llevará a cabo la “Feria de Las Plazas” de 14 a 18hs, en la nueva Plaza Mariano Boedo, ubicada en la calle Estados Unidos, entre Virrey Liniers y Sánchez de Loria, por primera vez en el barrio de Boedo (Comuna 5). Más de cien emprendedores, artesanos y manualistas, formarán parte de esta edición de “La Feria de Las Plazas”, para exhibir, promover y vender sus productos a precios moderados. Se trata de la única Feria Artesanal de la Ciudad de Buenos Aires que se realiza sucesivamente hace seis años, como un espacio de organización popular, que permite fomentar y ampliar los canales y estrategias de comercialización existentes. Los visitantes podrán comprar bijouterie, objetos de cerámica, carpintería y grabado, tejidos e hilados, ropa, cestería, marroquinería, sahumerios y juguetes artesanales. Es importante destacar, que durante toda la jornada se respetarán todas las medidas sanitarias de prevención vigentes en el contexto de la pandemia del coronavirus, el uso obligatorio del tapabocas, distanciamiento social, puestos de sanitización, desinfección permanente de los puestos, y baños químicos de uso público. Los representantes de la Comuna vecinal Nº 5, señalaron que la feria llegó al barrio de Boedo, como una oportunidad para muchos emprendedores de la zona que buscan una alternativa para salir de la crisis, ya que para muchos feriantes es su principal ingreso como jefes y jefas de familia. Por tal motivo, hay muchas expectativas ya que se espera una muy buena convocatoria de público, debido a que este domingo 15 de Agosto se celebrará el Día de la Niñez, y anhelan que los visitantes compren en la feria algún regalo artesanal confeccionado por los feriantes, para los más chicos en su día.
La Plaza Mariano Boedo fue inaugurada en el año 2011 y constituye el primer espacio verde del barrio. El Parque cuenta con un anfiteatro, un sector para eventos y exposiciones, zonas de juegos para los niños, solárium verde, áreas con mesas y pérgolas de sombras recubiertas con enredaderas. La Plaza fue construida sobre unos terrenos que estaban en desuso desde hacía décadas, y que los vecinos reclamaban un espacio verde. En el año 2006, la Legislatura porteña ordenó su expropiación y comenzaron las obras.