En el contexto por el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este miércoles 19 de octubre, el Gobierno porteño a través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, iluminará de color rosa los monumentos y edificios históricos de la ciudad. El objetivo de esta iniciativa es visibilizar y generar conciencia sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mama. Se alumbrarán de color rosa el Puente de la Mujer, la Pirámide de Mayo, el Monumento de los Dos Congresos, la Torre Monumental, la Floralis Genérica, la Usina del Arte, el palacio Lezama y el Planetario de Buenos Aires.
En el mes de la prevención del cáncer de mama, se busca promover el acceso de las mujeres a los controles de detección temprana, diagnósticos y tratamientos efectivos.
El término “cáncer de mama” hace referencia a un tumor maligno que se ha desarrollado a partir de células mamarias. Se origina generalmente en los lobulillos, que son las glándulas que producen leche, o con menos frecuencia puede originarse en los tejidos estromales, que incluyen los tejidos conjuntivos grasos y fibrosos mamarios. Con el avance de la enfermedad, las células cancerígenas invaden el tejido mamario sano circundante y llegan a los ganglios linfáticos de las axilas, donde tienen acceso hacia otras partes del cuerpo. Este tipo de cáncer es el tumor maligno más frecuente en la mujer, afectando a una de cada ocho mujeres, generalmente mayores de cincuenta años. Actualmente, esta enfermedad constituye la primera causa de muerte por cáncer en la Argentina, causando más de 5.000 muertes por año. En muchas ocasiones, el cáncer de seno se detecta debido al surgimiento de síntomas, pero muchas mujeres con cáncer de seno no presentan síntomas. Por esta razón es muy importante hacerse las pruebas de detección programadas. La “mamografía” es el principal método utilizado, porque es el único estudio por imágenes que puede detectar lesiones malignas desde un año y medio hasta cuatro años antes de que una lesión sea clínicamente evidente. La “ecografía mamaria”, cumple el rol de acompañar a la mamografía para visualizar la evolución de las lesiones solidas o quísticas, que no pueden ser evaluadas por el estudio de mamografía. La “resonancia nuclear magnética”, es un estudio imagenológico que se utiliza para el diagnostico y seguimiento del cáncer de mama, pero no se recomienda en aquellas mujeres con alto riesgo genético (portadoras de mutación genética). El “autoexamen de mama”, es un método sencillo donde la propia mujer emplea ciertos niveles de presión distintos para palpar todo el tejido mamario, en busca de posibles cambios, bultos, pliegues o hinchazones.