El Gobierno de la Ciudad, conjuntamente con la Sociedad Rural Argentina, inauguraron el Parque Solar privado más grande del Distrito porteño, en el predio de La Rural del barrio de Palermo. Se trata de 1.135 paneles fotovoltaicos, instalados en el techo del Pabellón Ocre, que permitirá cubrir el 40% de la demanda eléctrica del lugar, lo que representa a 619 KWp/h, equivalente al consumo eléctrico de 210 viviendas por año. Esta obra desplegada en los 5.000 metros cuadrados del techo del Pabellón se realizó en cinco meses y tuvo una inversión inicial de aproximadamente un millón de dólares.
La energía solar es una alternativa de futuro para la humanidad. Una instalación solar fotovoltaica es una estructura rectangular que contiene una unidad básica de transformación, integrada por células solares, que miden aproximadamente diez centímetros cuadrados. En un panel se unen en forma de plancha, varias de estas células del mineral silicio, fundamental para poder transformar los rayos del sol en energía eléctrica, mediante el efecto fotovoltaico. Dichas células, se recubren con un plástico denominado EVA, un tipo de polietileno conformado por varios compuestos, etileno y acetato de vinilo, que es uno de los grandes aliados en la industria fotovoltaica. Dicho polímero puede soportar temperaturas extremas y las inclemencias climáticas, a su vez permite que pase la luz, pero impide que se filtren los rayos ultravioletas, dañinos para nuestro organismo. Cada panel solar está compuesto por unas 60 células semiconductoras creadas con dos capas de silicio, un marco de metal, un revestimiento de vidrio rodeado de una película especial de plástico EVA y cableado.
Los rayos solares activan los paneles y las células producen corriente eléctrica. Cuando la luz del sol golpea una célula solar fotovoltaica, energiza la célula y produce que los electrones se ‘suelten’ de los átomos dentro de la oblea de semiconductores, y este movimiento crea una corriente eléctrica. La corriente continua (CC) generada por estos paneles pasa por un dispositivo llamado “inversor”, que la convierte en corriente alterna (CA), que es la electricidad que usamos en nuestros hogares.
El Presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino expresó que dicha obra ubica a la Ciudad de Buenos Aires en la vanguardia de las energías renovables, limpias, verdes y no contaminantes, es una prueba que el campo y la ciudad pueden colaborar para mejorar la calidad de vida de las personas.
En la Ciudad de Buenos Aires hay más de siete mil paneles fotovoltaicos que suministran energía eléctrica a la red pública porteña. Algunos se encuentran en el Centro de Trasbordo de Retiro, en las Estaciones Obelisco Norte y Sur del Metrobus de la 9 de Julio, y producen anualmente 110.000 KWh de energía limpia, que ayudan a disminuir las emisiones de gases contaminantes del efecto invernadero.