En diciembre el trasporte más necesario que une la Ciudad de extremo a extremo cumplió 103 años. Los detalles de una historia que merece ser contada. Comenzó siendo una novedad destinada al uso de unos pocos. Con el tiempo se convirtió en uno de los trasportes más necesarios de la Ciudad. Con 103 años de existencia se renueva con el paso del tiempo y ofrece uno de los servicios más útiles de la Ciudad. El 1 de diciembre cumplió sus 103 años al servicio comunitario, un privilegio solo de las grandes Ciudades. La historia se remonta al 1913 cuando partía la primera formación Argentina en la Ciudad de Buenos Aires, la que además fue pionera en América Latina. Fue nuestro país el primero en innovar con esta forma de trasporte público que luego comenzó a expandirse por el resto de las grandes Ciudades de América Latina. La primera construcción de vía estuvo a cargo de la Compañía de Tranvía Anglo-Argentina quien en 1909 obtuvo la licitación para llevar adelante la obra. Desde ese entonces se dedicó a explotar el servicio. Si bien el primer viaje que realizó el subte en la Ciudad de Buenos Aires se produjo el 1de diciembre, los trabajos de construcción comenzaron un 15 de septiembre de 1911. El subte más antiguo de la Ciudad es la actual línea A que recorre las estaciones de San Pedrito, Flores hasta Plaza de Mayo. Las obras comenzaron en las intersecciones de Hipólito Irigoyen y Balcarce. Las calles ese día estuvieron colapsadas. Los porteños comenzaban a palpitar la primera obra de trasporte público en la Ciudad. Pero fue recién para el 1 de diciembre de 1913 que la formación partía desde la estación Plaza de Mayo hasta Plaza Miserere. La primera formación estaba adornada con escudos y trofeos. Todo era novedad, alegría y modernidad para los porteños de ese entonces. Personalidades destacadas de la, época solían utilizar el subterráneo para trasladarse. Entre ellas el vicepresidente Victorino de la Plaza, algunos ministros del Poder Ejecutivo Nacional, el intendente municipal Joaquín de Anchorena y el presidente del directorio de la empresa Anglo-Argentina. Argentina se convertía así en una Ciudad modernas copia fiel de las grandes Ciudades de Europa. La estación Miserere se veía adornada con banderines argentinos y europeos, mientras las damas de la época encabezaban el acto de inauguración. A extensión de mismo se dio el 1 de abril de 1914 hasta la estación Primera Junta en el barrio de Caballito.