El orden de las series no cambia el resultado. Al igual que en los Globos de Oro y en los Critic’s Choice Awards, Succession, El oso y Bronca destacaron en la 75° entrega de los Emmy. Estas producciones se llevaron premios en las categorías de drama (6), comedia (6) y miniserie (5) respectivamente. Un detalle notable es que estas destacadas producciones estadounidenses del año pasado fueron reconocidas en todas las áreas posibles: dirección, escritura y actuación.
La Academia de Artes y Ciencias de la Televisión de Estados Unidos aprovechó su festejo para homenajear al pasado de la televisión, dejando poco espacio para las menciones al conflicto entre el sindicato de guionistas y actores y las productoras y plataformas de streaming. Se creó un ambiente festivo centrado en la historia del medio, con apariciones de leyendas como Carol Burnett, Joan Collins, Marla Gibbs y Arsenio Hall, y homenajes a programas históricos como La Dimensión Desconocida, Yo amo a Lucy, La familia Ingalls y American Horror Story.
Succession fue galardonada como mejor drama por tercera vez en cuatro temporadas. En su año de despedida, se destacó por el magistral capítulo "Connor’s Wedding", que le valió los premios en guion y dirección. En el caso de El oso y Bronca, sus creadores, Cristopher Storer y Lee Sung Jin, recibieron reconocimientos similares en estas categorías. Todo lo que se ha comentado sobre galas anteriores podría aplicarse nuevamente debido a la lógica y la previsibilidad de los 20 mil votantes de los Emmy. En las categorías actorales, ganaron Kieran Culkin, Sarah Snook y Matthew Macfadyen en drama; Jeremy Allen White y Ayo Edebiri en comedia; y Steven Yeun y Ali Wong en miniserie. La única sorpresa fue Quinta Brunson (Abbott Elementary), que superó a Natasha Lyonne (Poker Face) y Jenna Ortega (Merlina) como mejor actriz de comedia. También se reconoció merecidamente a Paul Walter Hauser (Black Bird).
La única referencia a la huelga que afectó a la industria audiovisual fue con uno de los dos premios otorgados a Last Week Tonight with John Oliver. El presentador del late night permitió que una escritora de su equipo tomara el micrófono y agradeciera a quienes los apoyaron durante la huelga de escritores. También expresó su agradecimiento a los sindicatos y agradeció la solidaridad. El programa obtuvo el primer premio en la historia de los Emmy como programa de variedades guionado.
Anthony Anderson, el presentador de la gala, se sintió cómodo en su papel. Apeló a la esencia cotidiana del medio y su importancia para la cultura afroamericana, llamando cariñosamente a la gala los "Emmy chocolate". Su madre, a cargo de controlar la duración de los discursos de los ganadores, tuvo momentos destacados gritando para mantenerlos breves.
En el recuento final, HBO Max, con nueve premios, superó a Netflix, que obtuvo seis. Aunque la velada destacó por su mirada hacia el pasado, hubo autocongratulación por lo que ya no es. Se rindieron homenajes a envíos de la "era dorada de la televisión", mostrando figuras de All In the Family, Los Soprano, Yo amo a Lucy, Saturday Night Live, Grey’s Anatomy, Cheers, Ally McBeal, entre otros, revelando los nombres de los ganadores en sets recreados para la ocasión. En resumen, si los Emmy se colaron en la "temporada de premios", la melancolía también lo hizo en la era del streaming.