Las Autoridades porteñas, anunciaron que comenzaron a trabajar con los distintos sectores hoteleros, gastronómicos, y la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad (FECOBA), para la reconversión de la zona del Micro y Macrocentro porteño (San Nicolás, Monserrat y Retiro). Se estima que los jóvenes serian los más interesados en vivir de manera permanente en esta zona de la Ciudad. Desde el comienzo de la pandemia, muchas de las oficinas del Centro porteño quedaron vacías, como también hoteles, locales comerciales y gastronómicos. Alrededor del 63% del Microcentro está ocupado por oficinas, se trata de diez oficinas comerciales por manzana, por otro lado el 20% de esta zona es ocupada por viviendas, es decir tres residencias por manzana. El Gobierno de la Ciudad de Buenos aires, está estudiando el proyecto de residencializacion del Micro y Macrocentro, y transformar estos edificios de oficinas que se encuentran vacías, en viviendas. Después de 13 meses de pandemia en la Ciudad, el Centro porteño se encuentra desolado, con oficinas y locales vacios, y los inversores inmobiliarios vislumbran la posibilidad que pueda convertirse en una zona residencial, con viviendas para alquiler, en un mercado que apunta a los jóvenes y estudiantes, con departamentos de un ambiente.
El Presidente de la Cámara de Servicios Inmobiliarios, Alejandro Ginevra, señaló que debido a las nuevas medidas, los edificios de oficinas más antiguos no podrán adaptarse al futuro del mercado de oficina, con lugares más grandes y espaciosos, pero podrán ser convertidos en viviendas con alquileres más económicos. Los grandes Bancos se podrán transformar en Centros Culturales o Museos. De esta manera, toda la zona del Micro y Macrocentro pasará a ser un gran espacio de usos múltiples, con una mayor cantidad de viviendas, con menos oficinas y comercios. Este cambio puede ser positivo para la Ciudad, pero necesita el impulso de privilegios impositivos y cambios en los reglamentos de los consorcios, por parte del Gobierno de la Ciudad. La reconversión del Centro porteño, seria parecida a la que ocurrió en la época de la fiebre amarilla, donde la gente con mayores recursos económicos se trasladaron de sus casas quintas del sur de la Ciudad y comenzaron a poblar los barrios del norte, como Recoleta o Belgrano. Según estudios oficiales, en los próximos años las oficinas del Centro no llegarán a contar con la ocupación que tenían antes de la pandemia, ya que muchos trabajos seguirán en forma on-line. Por tal motivo, la Secretaria Desarrollo Urbano busca evitar que esta destacada zona de la Ciudad no se siga desvalorando, ya que luego de la pandemia será más difícil revertirlo.