Un tendencia que se volvió global a nivel mundial .La vuelta a lo natural y casero ya es un hecho que amenaza el negocio de los industrializado. Los detalles. La tendencia al naturalismo volvió. Las personas eligen en su mayoría volver a una alimentación lo menos industrializada posible. Los alimentos orgánicos suelen ser otra opción que está revolucionando al mercado de la industria alimenticia. Sin embargo existen muchas variantes y polémicas al respecto. En Argentina existe una tendencia a comprar en las rutas alimentos como queso, miel y conservas a costos accesibles y que prometen ser naturales y orgánicos al cien por ciento. Los anuncios en las rutas son frecuentes y cada vez en mayor cantidad. La venta de productos caseros pareciera ser un negocio fluctuante. Existe entre anuncio y anuncio en las rutas solo unos metros de distancia. Infinidad de frascos, quesos de todo tipo y hasta embutidos que se comercializan de esta manera. Pareciera ser que las nuevas generaciones buscan reencontrase con lo natural de décadas anteriores cuando no todo estaba industrializado. Fueron quizás las industrias las que propiciaron el pensamiento de posible indigestión, contaminación u otros problemas que supuestamente traían consigo los alimentos caseros. Sin embargo parece que las nuevas generaciones ya no se hacen eco de la difamación y se vuelcan con confianza al consumo de variedades naturales, orgánicas y vegetales sin procesamientos químicos. "Comer natural o comer orgánico está de moda", afirma Gabriela Saidon, "La gente que se inclina por estos productos lo hace influenciada por la buena prensa que tienen y por cómo esos consumos se viralizan en las redes sociales. Por supuesto que la salud está entre los principales motivos, también en algunos casos tiene que ver con adelgazar. Y hay razones ideológicas de peso: la desconfianza en la gran industria; el veganismo o el vegetarianismo, que muchas veces se combinan con la elección de lo orgánico, lo que yo llamo las «tribus verdes», donde lo que prima a la hora de elegir un tipo de alimentación son criterios éticos por encima, incluso, de los criterios de salud o de placer", agrega. Sin embargo y muy a pesar de que los productos orgánicos poseen en las nuevas generaciones una fama de sanos e inofensivos, lo cierto es que no siempre resultan ser una alternativa saludable. Para ello es necesario estar atentos al lugar de elaboración y si estos cumplen con las normas minina de higiene en la elaboración de los productos. Estas normas básicas sobre todo en los productos no pasterizados muchas veces no están presentes. Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, le pusieron números al fenómeno: entre el período 2007-2009 y el período 2009-2012, la leche no pasteurizada pasó de representar el 2% de todos los brotes y las intoxicaciones alimentarias a representar el 5 por ciento. Las enfermedades de transmisión alimentaria (ETA) son una realidad sobre la que pocos pone la lupa -lo que vale para la industria tanto como para quienes se proponen como alternativa-, aún cuando cada año se cobran la vida de unas 420.000 personas, lo que hace que la Organización Mundial de la Salud (OMS) las señale como uno de los principales problemas globales de salud pública.