A partir de este fin de semana, el sistema para sacar el registro de conducir en la Ciudad de Buenos Aires, cambiará por pruebas más exigentes, con el propósito de garantizar la convivencia y la seguridad vial. Por tal motivo, el examen de manejo para las Categorías B1 (Autos Particulares, camionetas y utilitarios hasta 3.500Kg, con un acoplado de hasta 750Kg o casa rodante no motorizada), que antes se realizaba en un circuito cerrado de la Sede Central Roca de la Dirección General de Licencias, ahora se llevará a cabo en la calle con vehículos de doble comando, en diez Sedes habilitadas (Sede Comunal 2, 3, 4, 5, 6, 10, 13, 12, 14 y 15). Tendrá una duración de quince minutos, y un recorrido de 200 a 300 metros, previamente señalizado. Los vecinos aspirantes, podrán elegir el tipo de caja de cambios del auto doble comando, manual o automática. Los vehículos cuentan con sensores telemétricos, que informan la velocidad, con cámaras internas y externas conectadas al Sistema Integrado de Monitoreo de la ciudad. Por otra parte, la prueba teórica será más rigurosa, el examen contendrá 40 preguntas que el postulante tendrá la obligación de contestar correctamente el 85% de manera correcta, en 45 minutos. Los test psicológicos y las evoluciones médicas, serán más exhaustivos, y especialmente diseñados por expertos en la materia.
Además se modificó la extensión de las licencias, de 16 a 39 años será de 10 años de vigencia, de 40 a 49 años es de seis años de vigencia, de 50 a 69 años de cuatro años, y los vecinos de 70 años en adelante, se les renovará el registro de conducir solo con dos años de validez. En tanto, se eliminará el plazo de dos años que se establecía para los conductores principiantes, pero se mantendrá las restricciones para que conduzcan con una velocidad no mayor de hasta 71km/h los primeros seis meses, y tolerancia cero de alcohol durante los dos años.
Este nuevo sistema para el otorgamiento de licencias de conducir, se enmarca en el Proyecto Integral de Convivencia Vial, votada por la Legislatura porteña en diciembre del 2021. Uno de los puntos centrales de la norma, es endurecer las sanciones para aquellos conductores que circulen alcoholizados y mejorar la seguridad vial. El objetivo del Plan de Convivencia Vial es reducir las víctimas fatales de siniestros viales en un 50% para el 2030.