Las callecitas de Buenos Aires, tienen un no se qué,así escribía alguna vez el legendario Astor Piazzola; por tal motivo, nos remontamos y nos detenemos en el antiguo y conocido barrio de Boedo, que albergo a personalidades destacadas del arte, cultura, literatura y politica.
Su nombre deriva, en honor al Dr. Mariano Boedo, diputado de Salta, en el Congreso de Tucumán.
Uno de sus primeros habitantes, en el siglo XIX, fue el coronel Ciríaco Cuitiño, colaborador del federalista, don Juan Manuel de Rosas, quien le ofreció como parte de sus servicios prestados, estas tierras, que en principio, eran solo un lugar descampado, con una laguna interna; luego llego a ser una zona semi -rural, que se incorporo al catastro municipal, el 6 de marzo de 1882.
A comienzos del siglo XX, (1900-1910) aparecen las primeras edificaciones, gran desarrollo urbano e inmigracion europea que se afincaba en las famosas casas- chorizos, en calidad de inquilinos y la incorporacion del tranvia que reemplazaba poco a poco los carruajes tirados por caballos.
Actualmente lo que fue ayer es solo un recuerdo y solo quedan algunas que otras reminiscencias de antaño.