Tras la devaluación del peso y la nueva de alquileres los propietarios alquilan bajo sus propias reglas o bien retiran las propiedades del mercado. Las salidas son dos mientras en Boedo aumentan los alquileres temporarios.
Boedo es un barrio particular. No solo por su estilo tanguero sino por sus vecinos y sus movimientos internos.
Barrio de clase media nunca fu considerado por el mercado inmobiliario como el más prometedor. Sin embargo en los últimos años debido a los cambios en la moneda, la suba del dólar y la nueva ley de alquileres la situación cambio.
De considerarse un barrio de propietarios paso a aumenta su número de inquilinos y hasta convertirse en un polo interesante para la construcción de pozo del mercado inmobiliario.
Hoy la difícil situación económica tanto para el inquilino como para el propietario que por la nueva ley de alquileres deberá correr con los gatos del contrato las variantes cambiaron.
Debido a la gran cantidad de inmigrantes venezolanos que ingresan al país los propietarios se ven en la necesidad de alquilar sus propiedades amobladas y así subir los costos de los mismos y evitar según condición establecida correr con los costos de un contrato legalizado.
Los anuncios en Boedo sobre propiedades amobladas aumentan día tras día. En su mayoría estudiantes, extranjeros o personas del interior del país son lo que se alojan en dichos alquileres. Los alquileres amoblados generalmente cuentan con todos los servicios y suelen no precisar una mudanza de parte del inquilino.
Para ambas partes los trámites son mucho más sencillo dado que no conllevan las exigencias de un contrato a largo plazo.
Desde mono ambientes hasta departamentos de varios ambientes forman parte de la oferta que se anuncia en los carteles de la inmobiliarias de Boedo.
Al considerarse la cercanía con las líneas de trasporte y subte, y un barrio de clase media donde la inseguridad todavía no ha hecho estragos, los interesados aumentan día tras día
