Se conmemoró un nuevo Día Internacional del Cerebro. Como cada veintidos de julio, pero en esta oportunidad, desde la Federación Mundial de Neurología conjuntamente con la Organización Cerebrovascular, se eligió como eje de la jornada de concientización el siguiente lema: El acv es un ataque cerebral que urge prevención, tratamiento adecuado.
Autoridades sanitarias de nuestro país sostienen que para evitarlo es fundamental el control adecuado de la presión arterial. De acuerdo con estimaciones médicas, ocho de cada diez personas que padecen un accidente cerebrovascular son hipertensos.
Algunas recomendaciones preventivas son: evitar el sobre peso, la obesidad, sedentarismo, el consumo de drogas, el alcohol y el tabaco.
La reducción en el uso diario de sal es una buena y sencilla manera de cuidar la salud. En Argentina por habitante se consumen casi doce gramos por día. La Organización Mundial de la Salud, sugiere sólo cinco.
El cigarrillo aumenta cuatro veces la probabilidad de padecer un ataque de estas características. Enfermedades como diabetes y colesterol alto también incrementan el riesgo.
Los hombres suelen ser más propensos que las mujeres, pero éstas, lo sufren de manera más intensa.
De acuerdo con las últimas cifras oficiales, registradas durante el 2015, quince personas por hora tienen un acv y dos fallecen como consecuencia de la patología.
Si bien se puede producir a cualquier edad, el peligro de padecerlo se duplica cada década a partir de los cincuenta y cinco años.
¿Qué es un ACV?
Se produce y no es por azar, cuando se limita o interrumpe el flujo habitual de sangre al cerebro. A través de una arteria bloqueada o por la pérdida de sangre originada por la rotura de un vaso sanguíneo.
Síntomas
-Debilidad ó adormecimiento de la cara, brazo, pierna de un lado del cuerpo.
-Dificultad para hablar, comprender y tragar.
-Inconvenientes para ver de uno o de ambos ojos.
-Pérdida del equilibrio, vértigo.
-Fuerte dolor de cabeza, sin causa aparente.
