La economía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sufrió una contracción del 4,8% en 2024, superando en tres puntos la retracción nacional. A pesar de una leve recuperación en el segundo semestre, la caída representó el peor desempeño económico desde la pandemia.
El Instituto de Estadística y Censos de CABA informó que la actividad económica porteña se redujo un 4,8% en 2024, en comparación con el año anterior. Este retroceso resultó considerablemente mayor que el registrado a nivel nacional, donde la economía cayó un 1,8%. La diferencia de tres puntos porcentuales refleja el impacto particular que sufrió la Ciudad en distintos sectores.
Durante los primeros seis meses del año pasado, la actividad experimentó una fuerte caída, con un descenso del 5,6% en el primer trimestre y un 8,1% en el segundo. Sin embargo, en el segundo semestre se observó una leve recuperación: el tercer trimestre marcó una suba del 3,2%, mientras que en el cuarto el crecimiento fue del 0,8%. Pese a esta mejora, el balance anual quedó en terreno negativo.
El informe oficial destacó que la caída económica estuvo influida principalmente por el mal desempeño del sector de la construcción y el de transporte y comunicaciones, que sufrieron una importante retracción. En contraste, la industria logró cerrar el año con un leve repunte del 0,7% en el último trimestre en comparación con el mismo período de 2023.
Según el gobierno porteño, "las ramas que lideran la incidencia negativa en el resultado final son construcción y servicio de transporte automotor de pasajeros mediante taxis y remises; por el contrario, las ramas que inciden positivamente son fabricación de medicamentos y productos farmacéuticos e intermediación financiera". Esto refleja una dinámica desigual en el desempeño de los sectores productivos de la Ciudad.
En perspectiva histórica, la caída de 2024 se posicionó como la segunda peor de la década, solo superada por la registrada en 2020 durante la pandemia de Covid-19, cuando la economía porteña se desplomó un 10,6% debido a las restricciones impuestas por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). En aquel momento, el derrumbe fue seguido de un rebote del 10,2% en 2021 y un crecimiento del 5,7% en 2022. En 2023, la tendencia positiva se sostuvo, aunque con una suba mucho más moderada del 1,6%.
A pesar de los indicios de reactivación en la segunda mitad de 2024, el balance anual confirmó un escenario desafiante para la economía de la Ciudad. Las autoridades económicas subrayaron la importancia de impulsar medidas que fomenten la inversión y el empleo en los sectores más afectados. En este sentido, remarcaron que la evolución de la economía en 2025 dependerá de la estabilidad macroeconómica y del desempeño de actividades clave para la Ciudad, como la construcción y el comercio.