Un equipo estratégico trabaja en silencio para que el subte porteño funcione con seguridad y eficiencia. El Grupo Especial de Asistencia (GEA), compuesto por doce profesionales capacitados, se despliega en las estaciones más transitadas para responder rápidamente a emergencias y minimizar interrupciones del servicio.
El GEA, creado por la concesionaria Emova, tiene como principal objetivo garantizar la continuidad del servicio del subte, resolviendo incidentes de manera inmediata. Desde descompensaciones hasta accidentes en andenes o coches, sus integrantes son los primeros en intervenir.
“Nos ubicamos en las estaciones con mayor movimiento. Es clave estar cerca de los pasajeros para responder en minutos cuando algo sucede”, explicó Hugo Arias, miembro del equipo. Esta estrategia permite atender incidentes de forma ágil en puntos clave como Constitución, Retiro y otros nudos de combinación importantes.
La unidad no solo actúa en emergencias iniciales, sino que también coordina con organismos externos como el SAME, Bomberos, Policía y Defensa Civil. Esta colaboración integral asegura una respuesta completa ante cualquier eventualidad, ya sea para trasladar personas o evacuar a los afectados.
Cada integrante del GEA opera con un handy conectado al Puesto Central de Operaciones (PCO), lo que garantiza que las alertas lleguen de manera inmediata. Esta comunicación constante con maquinistas y guardas permite reducir los tiempos de respuesta significativamente.
El equipo trabaja en dos turnos diarios, de 6 a 22 horas, y se organiza en binomios que patrullan las distintas líneas. Mientras un miembro se enfoca en asistir al pasajero, el otro mantiene informado al PCO en tiempo real.
La capacitación continua es una pieza clave para el GEA. Arias señaló que el equipo colabora estrechamente con Bomberos de la Ciudad y la Cruz Roja para perfeccionar sus prácticas y unificar criterios de intervención. Además, cuentan con herramientas especializadas como linternas, balizas y equipos de primeros auxilios, fundamentales para asistir hasta la llegada de personal médico.
Entre los casos más recordados por el GEA se encuentra el de un hombre no vidente y con discapacidad auditiva que se descompensó cerca de la línea amarilla en un andén. Tras asistirlo, el equipo descubrió que había perdido su audífono en las vías. La rápida acción de los miembros permitió resolver la situación, dejando una marca en quienes participaron del rescate.
El trabajo del GEA forma parte de un plan integral del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para modernizar y mejorar el subte. Renovaciones recientes en estaciones como Facultad de Medicina y Pasteur-AMIA, junto con la modernización de paradas icónicas como Palermo y Pueyrredón, reflejan este compromiso.
A su vez, la incorporación de medios de pago electrónicos y la renovación de la flota de la Línea B son avances hacia un sistema de transporte más accesible y eficiente. En este contexto, el GEA juega un papel crucial para garantizar que cualquier imprevisto sea resuelto con profesionalismo y rapidez.
El subte porteño, con la intervención del GEA, no solo se consolida como una opción ágil y segura para los usuarios, sino que también refleja los esfuerzos por mejorar continuamente la experiencia de viaje en la red.