Este jueves 10 de Diciembre, la Legislatura de la Ciudad aprobó una normativa que establece multas que van desde $642 hasta $14.980, a todas aquellas personas que arrojen colillas de cigarrillos dentro del Distrito porteño. La nueva ley formará parte del Régimen de Faltas de la Ciudad, y permitirá que los infractores tengan la opción de realizar trabajos comunitarios relacionados a la prevención del medioambiente, o asistir a cursos de educación y capacitación. Además la nueva normativa dispone que los locales bailables, comercios gastronómicos, shoppings, galerías, edificios de oficina, y todos aquellos encargados de la organización de eventos culturales, deportivos o actividades recreativas, deberán implementar las medidas necesarias según lo ordena la ley, para evitar que las colillas de cigarrillos se arrojen en la vía publica. Por otro lado, la nueva legislación comprende la prohibición de fumar, y arrojar restos de cigarrillos en los Patios de Juegos de las Plazas y Parques de la Ciudad, en caso contrario serán sancionados con una multa económica que oscilará entre las 30 y 700 unidades fijas. El objetivo de esta decisión tomada por los Legisladores de la Ciudad, es concientizar a los porteños sobre el daño que ocasiona arrojar filtros o colillas de cigarrillos en el medio ambiente del espacio público. Según reveló un informe realizado por Asociación Civil Eco House, que se dedican a promocionar el desarrollo sostenible mediante la educación, la política y la certificación ambiental, se recolectaron en cinco manzanas del microcentro porteño, más de 10.000 filtros de cigarrillos, en tan solo dos horas. Se estima que se desechan en la vida pública alrededor de 4,5 trillones de colillas por año en todo el mundo. Los restos de cigarrillos arrojados en las veredas, están compuestos por filtros de acetato de celulosa, un material no biodegradable que demora de 18 meses hasta 10 años en descomponerse, dependiendo de las condiciones ambientales de cada región. Las sustancias toxicas que se encuentran en los filtros de cigarrillos (nicotina, alquitrán y metales pesados), contaminan inevitablemente la tierra, el agua y el aire que respiramos. Una sola colilla puede llegar a contaminar sesenta litros de agua, e indirectamente se produce un impacto ambiental en el agua que consumimos, ya que se encuentra contaminada con dichas sustancias. Los filtros de cigarrillos son la mayor causa de basura urbana en el mundo, ya que representan entre el 30 al 40 por ciento de los residuos recogidos por año.