Un patrimonio histórico de los porteños, de todos los argentinos, al borde del deterioro más absoluto.
Quién no recuerda sus increíbles vitraux, su geografía arquitectónica en art.noveau, bella y personalísima? Las delicias ofrecidas? El café ó el clásico té con masas, el pan dulce? punto de reunión exclusivo? en una zona de nuestra querida Ciudad, tan especial...a pasos del Congreso Nacional.
Fue inaugurada el nueve de julio de 1916. Y cómo no podía ser de otro modo, por sus instalaciones pasaron reconocidas personalidades de la cultura, de la política, de nuestro país y del mundo.
Luego del esplendor, el 23 de febrero de 1997, cerró sus puertas.
Abandono, sólo polvo, y el deterioro de una emblemática confitería, espacio de encuentro, que el 24 de octubre de 1997 fue declarado "Monumento Histórico Nacional"...
Durante el 2014, la Cámara de Diputados de la Nación, aprobó una iniciativa para expropiarla con el propósito de re-abrirla. A partir de aquí, el Poder Ejecutivo, adquirió el inmueble para luego, realizar la transferencia al Congreso sin costo alguno. La propuesta incluye además del menú, la creación de un museo y un centro cultural.
Las obras que debian haber comenzado, y terminado? Brillan por la ausencia.
Vecinos y comerciantes alzan la voz para que se tomen todas las medidas que sean necesarias de manera urgente, ante la caída de la mampostería de la fachada del edificio, el estado lamentable de la media sombra que cubre vidrios, antes que haya que lamentar consecuencias mayores.
Se solicita el inmediato apuntalamiento del inmueble. Las aspas y marquesinas se encuentran visiblemente inestables, y la caída de materiales es contínua. Se recomienda no transitar por esa tradicional esquina de Callao y Rivadavia, que cayó en desgracia, por la desidia de quienes teniendo en sus manos, la posibilidad de mejorar la situación, miran para otro lado...
A quién corresponda, siempre es mejor prevenir...