De todos los barrios de la Ciudad es el más complejo para transitar .Escalones muy largos, adoquinado en mal estado y calles muy angostas son algunas de sus variantes. Lo detalles. La mayoría de los barrios porteños están adaptados para las personas con movilidad reducida. Sin embargo otros continúan lejos de brindar accesibilidad y complican la transitoriedad en la zona. Tal es el caso del barrio La Boca cuyas veredas son demasiadas angostas, con escalones demasiados elevados y con un adoquinado en muy mal estado. A las personas que utilizan sillas de ruedas les resulta casi imposible el transito en el barrio. Los vecinos que se encuentran en ésta situación llevan años de reclamos y pedidos de soluciones urgentes. Desde el Gobierno de la Ciudad prometieron ocuparse este año con la incorporación de unas 320 rampas en la zona.
Ésta respuesta fue el resultado de la solicitud de muchos vecinos que precisaban soluciones y el apoyo de entidades que apoyan la inclusión de las personas con problemas motrices y de movimiento a través de diferentes programas y promociones. Estas acciones son respaldadas por el derecho a la accesibilidad. Esas entidades realizaron un relevamiento en la Ciudad para constatar la adaptación d e,os mismos a la propuesta de inclusión. Los datos arrojados sintetizaron que la Comuna 4 es la menos adaptada para las personas con problemas de movilidad.
Al parecer las veredas del barrio La Boca no permiten la circulación con sillas de ruedas debido al excesivo tamaño del adoquinado. El informe final del relevamiento también menciona a las aceras de ese rincón porteño como otro de los factores obstaculizadores para los vecinos .En las calzadas predominan los adoquinados en muy mal estado. Todo ello complica la transitoriedad de los vecinos y los visitantes del lugar con problemas de movilidad.
A pesar de ellos y como agravante, el barrio de La Boca continúa siendo uno de los barrios de mayor preferencia para los turistas por su atractivo turístico Caminito. Allí transitan una gran cantidad de personas por día recorriendo la variedad de sus casas, veredas, locales comerciales y demás. Lo pintoresco y llamativo del barrio se va opacando ante la imposibilidad de transitarlo libremente y sin inconvenientes. Consultado sobre la situación, fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad reconocieron los problemas de La Boca, aunque los atribuyeron a razones "estructurales", fundamentalmente vinculadas a motivos topográficos e históricos. Originalmente, el barrio fue una zona pantanosa, con lagunas y pajonales y, por lo tanto, pasible de frecuentes inundaciones. Es eso, y no otra cosa, según el gobierno porteño, lo que determina que veredas y calles antiguas, empedradas y desniveladas sean la regla.