Una de las novelistas más destacadas decidió festejar su cumpleaños en el barrio de Boedo. Las Razones? Naturaleza, tranquilidad y tango, mucho tango.
La novelista de “La más agraciada”alquilo una casa en el barrio de Boedo para sentirse en cercanía con sus grandes pasiones: el tango y la vida natural.
Alicia vive hace varios años en Francia. Es amante de la naturaleza, de las casas con jardines del sonido de los pájaros y de los barrios tranquilos.
Decidió que quería pasar su cumpleaños en un lugar parecido, por eso recibió a sus íntimos en una casita de Boedo. El barrio huele a paz, a naturaleza domesticada y en sus adentros el tango, el muy ansiado tango.
Duvovne admitió además que ama el tango. Otra de sus grandes pasiones. En sus visitas al país suele tomar clases de la misma.
Relatos, anécdotas de actrices como Libertdad Lamarque, intimidades políticas son algunos de los temas que siempre saltan en una charla intima con Alicia.
“Las películas de Lamarque estaban prohibida en el país. Ella había tenido un enfrentamiento con Evita que le perjudico la carrera, por eso debió irse del país”, confesó la escritora.
Boedo representa un lugar de recuerdos para Alicia. Con nostalgia se refirió a los años peronistas al cine Follies Boedo, a los secretos de aquellos años.
Los vecinos amaban las representaciones de Libertad Lamarque mientras otros lo tomaban como un acto subversivo a favor del antiperonismo. Eran épocas difíciles para los artistas que no compartían la misma ideología política del momento.
Alicia encontró en Boedo un recorrido por sus recuerdos más memorables. Se maravillo del lugar y decidió radicarse en el lugar luego de su exilio por más de 15 años lejos de la patria.
Periodista, versátil, escritora y critica argentina se refugia en el tango, los recuerdos y las anécdotas del tiempo de una Argentina sin democracia.
Si bien su partida del país no fue fácil, encontró el reconocimiento a su carrera. En 2004 fue galardonada con el Premio Conex y en 2014 con el Conex platino.
En noviembre de 2015 la periodista argentina se instaló en Boedo con la intención de descansar y poder brindar talleres literarios en la casona que alquiló.
En su recorrido por el barrio, Alicia comprendió la vida porteña. El diseño de sus casas, el café de las tardes, las veredas, las casas estilos italianas o que representen una fusión cultural extraña. Comprendió que estaba en Boedo, uno de los barrios que mejor sabe representar al porteñismo tradicional.
Boedo se apropio de la escritora y como era de suponerse la mantiene atada a su encanto. Boedo ganó una escritora, una gran periodista y una personalidad intelectual de grandísimo valor. Mientras que Alicia, se quedó con el encanto, la magia los recuerdos y la cultura argentina envuelta en un mismo barrio: Boedo.