Objetos insólitos que tiran los porteños aumentan en las calles de algunos barrios. Sin embargo otras personas le dan utilidad y se las llevan. Decálogo de una época moderna.
Basta con recorrer algunas calles internas de barrios porteños para darse cuenta de todo aquello que los porteños desechan por antiguo, estropeado o por suplantación.
Televisores, lavarropas y hasta veladores o sillones pueden encontrarse en las veredas de algunos edificios lujosos. En algunos casos solo necesitan una remienda, están mal de pinturas o tienen una falla reparable. Sin embargo algunos consideran más cómodo volver a adquirir uno que pagar una reparación.
Los barrios de la Ciudad que se sumaron a esta nueva modalidad de despojo con principalmente Caballito, Palermo y Recoleta.
Muchos vecinos de otros barrios con autos pasean por sus alrededores para ver que pueden rescatar.
Lugares como San Telmo están llenos de locales que comercializan objetos usados como si fueran nuevas. Muchos de ellos fueron en su momento tirados a la calle y rescatado por alguien que luego los comercializó a costos muy accesibles a los dueños de estos negocios.
Los objetivos que mayormente son despojados fueron electrodomésticos, sillas, mesas y adornos, en ese nivel.
Los días que los dueños aprovechan para renovar la casa son los sábado, domingo o fines de semana largos.
En Recoleta y Caballito Suelen encontrarse la mayor cantidad de objetos clásicos, de colección como televisores antiguos, o sillones de nivel. También electrodomésticos como lavarropas o heladeras con poco uso pero descompuestas o con alguna falencia.
En Palermo sin embargo las personas sacan objetos como cuadros, alfombras, o veladores de antaño.
Los colchones en los contenedores son cosa corriente. También algunas cajoneras o adornos de poco valor como marquesinas, cajas de música etc.
En 2014 el Gobierno de la Ciudad creó un Programa De Gestión Integral de Bienes Voluminosos que obligaba a los vecinos a llamar a la línea 147 y coordinar cuando podían pasar a buscar los objetos en desuso.
El objetivo es que los electrodomésticos o muebles puedan ser reparados con ayuda de la Fundación Sagrada familia para comercializarlos a precios sumamente económicos para los más necesitados.
Sin embargo los vecinos optan por la comodidad antes que por la solidaridad.
Desde que comenzó el programa hasta Diciembre de 1015 solo 1297 vecinos se comunicaron para poder colaborar con este tipo de organización.
A pesar de esto se pudieron recuperar 21.147 artículos que equivale al 43% de los muebles entregados y a un 4% del total de los electrodomésticos restaurados.
Si bien esa normativa no detalla los elementos en desuso que pueden entregarse, lo cierto es que todos son validos y utilizables por igual. Una gran cantidad de personas contribuyeron con materiales de construcción y aberturas lo que contribuyó un incremento interesante para los encargados de comercializar estos materiales.